El mundo actual es un mundo destructivo y consumista y enlazo los dos conceptos directamente.
Me explico: «Todo lo que se puede monetizar es válido» y «Todo lo que es adictivo es altamente monetizable».


En un momento dado alguien descubrió que deslizar el dedo sobre una pantalla era adictivo. Adictivo = monetizable = smart phone. El resultado siempre es el mismo: el 70% de los usuarios de telefonía sienten ansiedad cuando pierden el contacto con el móvil (me lo olvidé en casa y ahora que hago…).

Las letras de las canciones tienen que engancharte y meterse en tu cabeza, da igual el texto o si no hay mensajes o incluso que simplemente el texto no tenga sentido, o qué sentido tiene decir:
Apenas hago doom, doom
Con mi boom, boom
Y le tengo dando zoom, zoom

Pero ha sido un hit.
Pues bien, todo esto que todos reconocemos en nuestro día a día y que nos imponen desde la dictadura de las empresas que se lucran creándonos estas necesidades altamente insanas para nuestra salud también existe (y en qué manera) cuando hablamos de nutrición.
Ahora no vale con comerse dos plátanos, hay que comerse un batido de plátano (que lleva parte de plátano pero vale muchísimo más) o necesitamos comer concentrados proteicos (que pueden llevar glucosa, o trazas de otros productos) en vez de comer proteína o no llegaremos a las temidas necesidades de ingesta diaria. Parece que si comemos 1g menos de proteína de las que marcan las tablas (algunas de ellas referidas a deportistas de élite) nos puede pasar algo y entramos en ansiedad. Todo con un solo objetivo: monetizar las adicciones.
Soy un poco duro pero el hecho es que demonizar las producciones ganaderas y agrícolas tradicionales es una estrategia muy clara de las empresas que usan el binomio: «Crea adicciones que se moneticen y te harás rico».

Os pondré un ejemplo: los preparados vegetales que emulan la carne ¿carne vegetal realmente tiene sentido? abogan que, a la carne tradicional que se produce se le inyecta vitamina B totalmente artificial y por eso ellos se la ponen a la suya. Ese argumento crea intranquilidad en el consumidor hacia la carne tradicional y lo consigue añadiendo al binomio «monetizar adicciones» el concepto «alarmismo» que consigue convertir el binomio en un trinomio mágico y que convierte cualquier negocio en un caso de éxito (adicción + alarmismo = monetizar).
Sin embargo yo como veterinario os digo que precisamente los rumiantes producen la vitamina B a través de los microorganismos del rumen (su sistema digestivo mágico que permite aprovechar la fibra del forraje gracias a su maravillosa flora) generando vitamina B donde no la hay.
Por tanto es muy difícil que yo monetice haciendo este argumento ya que, en vez de generaros ansiedad lo que estoy haciendo es generaros tranquilidad y eso no monetiza.
¿Qué tiene que ver todo esto con la sostenibilidad?, pues muy sencillo … os quiero transmitir y transcribir cómo define en una frase el doctor Escribano SOSTENIBILIDAD diciendo que ..
«SOSTENIBILIDAD ES NO HACER NADA QUE PUEDA COMPROMETER TU FUTURO»
Comer carne artificial compromete tu futuro porque tendrás una peor vejez al rodearte de carencias nutricionales, comer demasiada proteína comprometerá la salud de tus riñones, comer demasiada glucosa acabará haciéndote diabético, mirar pantallas la mayor parte del tiempo comprometerá la salud de tus ojos … realmente es necesario todo ésto sólo para que unos pocos consigan monetizar, monetizar y monetizar (curioso porque ese dinero luego no lo reparten, simplemente lo acumulan ya que necesitarían muchas vidas para podérselo gastar).
Mi pregunta es: ¿No sería bueno cuidar nuestra salud a través de una nutrición saludable en vez de creernos todos los argumentos alarmistas sobre productos adictivos que realmente no necesitamos sólo para lucrar a unos pocos?

Comentarios recientes